No conocía las calles, las casa, las tiendas, vivía en pleno aislamiento, sin tele, sin radio, sin movil, sin teléfono, solo conocía el mundo exterior por unas antiguas revistas del teleindiscreta. Después de que sus hijos le robaran todo el dinero que tenía de herencia de sus padres, este señor le toco salir a la calle a buscar un empleo, pero vió que la situación que había y hay fuera de su casa era y es aun peor de la que él tenía, así es que buscó abono, compro un par de cabras, dos perros con sus collares fue a su casa, con el abono plantó tomates, lechugas y demás verduras, y alimentó a las ovejas para que le dieran queso y leche, ya que éste señor pensó que para ver todo lo que hay hoy en día prefiere volver a vivir aislado del mundo y quedarse en su casa hasta el fin de sus días.
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